domingo, 30 de julio de 2017

Sábado aprovechado



Este sábado (29 de julio de 2017) ha sido especialmente fructífero.


Por la mañana hemos realizado la "Ruta de las Tongueras" , una de las varias que tienen establecidas en "La casa del Águila Imperial" .

Promovido por Olga y dirigido por el monitor, Juan, hemos dado un bonito paseo por los alrededores de Pedraza. Saliendo de la antigua Ermita de San Miguel, hemos remontado "Las Tongueras" disfrutando de la contemplación de la vista de Pedraza-Norte.

Hemos estado:

Juan, el monitor.
Olga y Angel, Conchita y Rafael, Concha y Antonio, Pili y Juanjo, que además han aportado varios familiares de variado origen geográfico, con lo que hemos formado un grupo "plurinacional".



Juan nos ha dotado de prismáticos adecuados y guías para que pudiéramos aprovechar mejor sus explicaciones, y no han tardado en aparecer aves para su contemplación:

Colirrojos, Buitres leonados, Aviones comunes y Aviones roqueros, Golondrinas comunes y una golondrina dáurica, Milano negro en busca del desayuno...

y hasta tuvimos la suerte de contemplar una Garza que se desplazó majestuosa ante nosotros entre el monte de Pedraza y el de Las Tongueras.


También nos habló Juan de otros animales que por allí merodean: Tejones, Jinetas, Jabalíes, las Cigüeñas que ya se han ido en Santiago...



Hubo también ocasión para comentar algo de la flora que se iba abriendo en nuestro camino: Vulneraria, Té de roca, Cardenchas, Gordolobos, Jazmines silvestres, Belesas, Ruda...



Pasado el mirador que hay frente al castillo, el grupo se escindió, y los "trabajadores" volvieron sobre sus pasos para incorporarse a sus actividades, mientras el resto "vagamos" con Juan hasta el cruce que denominamos "Cuatro caminos" y descendimos hasta La Alameda.

Antes del descenso, y aún en La Lastra, pasamos por una zona en la que se está produciendo una TORCA y que hace tiempo ya visitamos Concha y yo. No sabemos desde hace cuanto tiempo se está abriendo el suelo  en este lugar, pero ya hace unos años observamos que se iniciaba un hundimiento. Además de la covachuela que se traga un árbol, alrededor hay un círculo de un diámetro de unos diez metros que marca el hundimiento.



Todo con excelente climatología (calor pero muy soportable) y en agradable "compaña". En todo momento Juan dosificó esfuerzos en las cuestas para que la ruta fuera perfectamente aceptada por todos.




Y por la tarde, después de trabajar un poco en el huerto, Concha y yo hicimos otro paseillo por la zona de Pajares. Esta vez fue también por la margen del Cega, pero rio arriba, hacia Tejadilla.

Zona de inundaciones frecuentes, como acreditan los cantos rodados frecuentes del camino.



Siguiendo la Calle Tuero (más bien camino de Tejadilla), entre alamedas, y siendo adelantados de vez en cuando por "corredores" de la zona que a la caida de la tarde salían a hacer ejercicio por las cercanías del pueblo, nos encontramos a nuestra izquierda con las ruinas de una ermita, la de Santa Justa y Santa Rufina,




y tuvimos ocasión de sorprendernos con el hallazgo de ¡otro Juniperus oxycedrus!.  Con este ya he visto esta especie en cuatro lugares de la zona: en la Fuente de la Canaleja, La Dehesilla, Valdesimonte y aquí.




También había Knautias blancas, unos corros abundantes de "rabo de gato", que en Pedraza solo parece que afloren junto al Pingolete, y potentes "cachurreras" en los arenales que soportan las dolomías, que en esa hora adquirían precioso color, y que ofrecían manchas indicadoras de nidos de buitres, aunque la verdad es que no vimos más que un par de ellos.





























En alguna umbría, Aro ya fructificado, y unas delicadas flores para mí aún ignotas, pero no por ello menos bellas. 

¡Gracias a todos por este día bien disfrutado!



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