Como el ramal del Guijo estaba muy embarrado, nos fuimos a La Dehesa, que queda enfrente del "Prao Rompío".
Allí, una vez centrados cronogeológicamente, además del magnífico paisaje y los infinitos enebros, vimos unas cuantas plantas de terreno silíceo.
Hoy van sin "latines" para variar:
Jarillas blancas y amarillas:
Quebrantapiedras:
Una orquídea blanca (también las había moradas) que fotografió Concha con abundante cortejo de gotículas perfectamente esféricas:
Cresta de gallo:
Algarabía:
Botón de oro:
Gazón:
Linarias amarillas y amatistas:
Collejas coloradas:
Uña de gato:
Tréboles:
Además de margaritas, compuestas ligulifloras, malvas, llantenes, geranios generadores de alfileres enormes...
Y así nos fuimos marchando por el camino...
¡Hasta el próximo!
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