CRUCÍFERAS


















LAS

CRUCÍFERAS










¡Las crucíferas!

Ya están aquí con sus colores amarillos y blancos. Pequeñas, discretas, a veces apareciendo de forma explosiva. Son delgaditas, rápidas en su crecimiento, oportunistas…

 Son las primeras pequeñas flores en aparecer en la primavera. Están en las cunetas de las autovías en cuanto hay apenas dos días de sol seguidos.
Campo de jaramagos


Florecen a toda prisa y dan abundantes frutos con muy variadas formas de las que luego trataremos, pues tienen su belleza.

Y una vez producidas y esparcidas las semillas… ¡Ya han cumplido! Y todo el proceso lo hacen en muchos casos en menos de una semana.


¿Por qué CRUCÍFERAS? Porque llevan una cruz: sus pétalos se disponen en forma de cruz. (Actualmente a esta familia se la denomina “Brassicaceae”, nombre que es más adecuado a las actuales normas de nomenclatura pero, para mí, es mucho más feo).

FLORES DE CRUCÍFERA



La identificación de cada crucífera no puede hacerse por sus flores, ya que todas son muy similares. La diferenciación e identificación de géneros y especies (más de 3.000 en todo el Globo) ha de hacerse normalmente por sus frutos y hojas. Pero al ser tan rápidas en su ciclo vital, no es necesario esperar al otoño para ver esos frutos, sino que los tenemos a nuestra disposición en una misma planta a la vez que las flores. Mientras en la parte alta de la planta hay capullos aún sin abrir y flores abiertas, en la parte baja ya hay frutos desprendiendo sus semillas.

Como siempre, si somos capaces de interaccionar con ellas, podemos SENTIR sus colores, sabores, olores y formas, es decir, podemos activar nuestros sentidos: vista, olfato, gusto, tacto e incluso el oído, ya que si prestamos atención hasta podemos oír el clic de la rotura de los frutos al abrirse para diseminar las semillas.

Compartamos uno a uno nuestros sentidos con las crucíferas: empezamos por el olory es que la mayoría de las crucíferas… ¡apenas huelen!. Pero las podemos forzar a soltar sus aromas.


Por ejemplo, la Alliaria.


¿por qué ese nombre?


Porque huele a ajo. Pero no huele a ajo a su alrededor, solo huele a ajo si frotamos sus hojas con nuestras manos, es decir, si la maltratamos, si rompemos su integridad celular. ¿qué sucede entonces? Como tantas veces ocurre en la Naturaleza, tiene lugar un proceso de COMPARTIMENTACIÓN: sustancias que en la planta estaban en compartimentos separados, al romperse los tabiques celulares entran en contacto y reaccionan, creando nuevos productos.

La Alliaria tiene en unas células unos compuestos que llevan azufre, y en otras células un enzima llamado mirosina. Al romperse las células entran en contacto unos con otros y reaccionan formando isosulfocianato de alilo, que es la sustancia que huele a ajo.

Algo parecido es lo que ocurre con los dientes de ajo, aunque el ajo no es una crucífera sino una liliácea (o una amarilidácea según autores más modernos). Al cortar o romper el diente de ajo, una sustancia que hay dentro de sus células llamada aliina entra en contacto con la enzima aliinasa y se convierte en alicina, que no es una Alicia pequeña sino un compuesto sulfurado que tiene una fórmula que es casi capicúa:


CH2 = CH – SO – S – CH2 – CH =CH2


Y que también huele a ajo.



Y ya que hablamos de ajos, ¿por qué no hablar del motivo de que lloremos cuando picamos cebolla?

Hasta hace poco yo creía que lo que motivaba la irritación de los ojos era el ácido oxálico contenido en las células de la cebolla. Pensaba yo que al romper las células con el cuchillo, los cristales microscópicos saltaban y, al ser un ácido, irritaban la mucosa de los ojos.
ACIDO OXÁLICO


¡Pues no!

Parece que la razón es, sí, química, pero algo más retorcida: lo que se libera al romper con el cuchillo las células de la cebolla es un ácido: el 1-propenesulfénico, que al entrar en contacto (otra vez la compartimentación) con la aliinasa y con otra enzima llamada sintasa-factor-lacrimógeno (LFS), produce sulfóxido de tiopropanal (o propanotial-S-óxido), que es un gas lacrimógeno con la horrible fórmula aquí representada:






[NOTA DEL AUTOR, que, el pobre, es químico: Las fórmulas y sus nombres
van a título decorativo, y por supuesto no es necesario comprender su
significado físico-quimico para entender el resto de la exposición]




Bueno, la cebolla tampoco es una crucífera, pero como antes olíamos a ajo y también los ojos son órganos de los sentidos, me he permitido el momentáneo paseo por otra familia.


Podemos continuar hablando de olores-sabores de las crucíferas, ya que las semillas del género Brassica (o Sinapis, que es sinónimo y además origen del término sinapismo) son las productoras de la sabrosa mostaza. La Brassica nigra da la mostaza negra, y la Brassica alba produce la mostaza blanca.

Semillas de mostaza



¿Por qué este nombre de mostaza?

Los romanos mezclaron zumo de uva sin fermentar (mosto) con semillas de mostaza, y obtuvieron un “mosto picante”, o sea un mustum ardens. Es fácil pasar de mustum ardens en latín a moutarde en francés. Y de moutarde (en francés) a mostaza (en español) tampoco hay mucho trecho.

También esta crucífera tiene connotaciones religiosas, recordemos la parábola evangélica del grano de mostaza. La verdad es que hay semillas mucho más pequeñas que las de la mostaza, pero Mateo, Marcos y Lucas no debieron estudiar mucha botánica.

Continuando el disfrutar en la Naturaleza con nuestros sentidos, veamos más cosas sobre sabores de crucíferas:
¿Recordáis el sabor de los Berros? Cada vez es más difícil encontrarlos ya que son propios de aguas muy limpias y la contaminación es cada vez más general. Son mucho más sabrosos que los Canónigos con los que actualmente se sustituyen, y que no son ya de la familia de las Crucíferas sino de las Valerianáceas.


Berros
Canónigos

Antes de dejar de tratar los olores y los sabores de las crucíferas hemos de nombrar necesariamentelos hortenses repollos, brócolis, lombardas, coliflores... todos ellos variedades de la crucífera Brassica oleracea.



Pasamos ahora a una cuestión de tacto: ¡Cuidado con el intento de frotar con las manos las hojas de nuestra crucífera antes citada, la Alliaria.! No debemos confundirnos con las hojas también verdes y más o menos triangulares de las ortigas.
Las ortigas (Urtica dioica y Urtica urens) no estimulan nuestro sentido del olfato sino el del tacto. ¡Y de qué manera!. También aquí contemplamos (o sufrimos) un fenómeno de des-compartimentación, ya que al romperse la punta de los pelos de las ortigas, actúan como agujas pinchando nuestra piel y cambiando de compartimento (del interior del pelo al interior de nuestra epidermis) el líquido irritante que contienen (histamina y acetilcolina).

Abandonamos el olor-sabor y pasamos al sentido de la vista, en sus dos facetas: FORMA y COLOR.

Hojas de ortiga
Pelos de ortiga vistos al microscopio










¿Qué colores podemos disfrutar con las crucíferas?

Mayoritariamente amarillos en: Diplotaxis, Sisymbrium, Isatis, Biscutella, Brassica...,
pero también blancos en: Alliaria, Capsella, Iberis, Arabidopsis, Erophila...
siempre con la forma de sus pétalos en cruz, generalmente de tamaño pequeño.

También hay otros colores en crucíferas: los Alhelíes (género Cheiranthus) además de amarillos los podemos encontrar morados e incluso rojos y jaspeados.


Alhelí amarillo

Alhelí morado













Pero es que tenemos crucíferas que son productores industriales de colores. El género Isatis lleva como apellido (la especie) tinctoria. ¿por qué? Porque hasta finales del siglo XVI que es cuando se produce la llegada del azul de índigo desde el lejano Oriente, el Isátide (Isatis tinctoria) era la fuente básica de obtención de color azul en Occidente. El azul de Isátide o de Glasto se obtiene hirviendo hojas de Isatis, filtrando y añadiendo un álcali como mordiente. Hasta hace poco se podían ver en Pedraza restos de ventanas y puertas antiguas pintadas de añil, ya que algunos dicen que este color azul ahuyenta los insectos.


Y todos los amarillos de las crucíferas, ¿qué son químicamente?...

Isatis tinctoria



Son carotenos (parientes de la vitamina A, fundamentales para nuestra vista) y flavonoides (del latín flavus, amarillo). Estos son los colores que vemos los humanos. Los insectos ven otros tonos, pero tan atractivos o más que los que vemos nosotros. Algunos de esos amarillos son atractivos para los insectos, pero otros son lo contrario: insecticidas. Por ejemplo unos isoflavonoides llamados rotenoides.


Y es que en la Naturaleza no solo hay que ayudar a polinizar, sino también evitar que otros insectos se coman las plantas. Siempre el EQUILIBRIO...

¿Y los verdes y los grises? De esos colores hablaremos otro día...


Además del color, el sentido de la vista nos muestra las formas. También las crucíferas (además de su forma de cruz) nos deleitan con multitud de formas: por ejemplo, dentro del género Sisymbrium, podemos ver en tres de sus especies tres formas diferentes de la forma y disposición de sus frutos:


Sisymbrium officinale: frutos rectos repartidos y aplicados (pegados) por sus ramas
S. contortum: frutos tortuosos

S. sophia: frutos rectos pero todos se reúnen en la cima de cada vástago.
S. sophia

S. officinale
S. contortum



 ¡Y los tres los podemos contemplar fácilmente en Pedraza!

 sos frutos, más largos que anchos (otra vez la forma) se llaman silículas. Otras crucíferas tienen frutos no tan alargados, que denominamos silícuas.


Ejemplos de silícuas:

Capsella bursa-pastoris (zurrón de pastor), con frutos casi triangulares

Clypeola, con frutos como monedas o escudos. (Clypeus en latín es escudo)

Biscutella sp, con frutos asemejando unas gafas. (Bi-scutella quiere decir dos escuditos o dos redondeles). Si nos acercamos podemos ver que en algunas especies de Biscutella que esos frutos tienen unos graciosos pelillos...¡pero de los PELOS hablaremos otro día!


Capsella
Isatis










Biscutella
Clypeola
















Lunaria, con frutos grandes que, una vez que han soltado las semillas, nos regalan una membrana nacarada muy decorativa.


Lunaria

Poco podemos disfrutar del tacto de las crucíferas , ya que no abundan en esta familia las plantas tomentosas-sedosas ni suelen tener ganchos aparatosos. Quizá, eso sí, podemos percibir la aspereza de algunos de los frutos una vez secos o la ternura de las hojas de la Alliaria.


Ya se han nombrado algunos USOS de varias crucíferas. También tienen aplicaciones medicinales:

Recientes estudios apuntan a actividades anti-cancerígenas de algunas especies al contener compuestos antioxidantes, que ahora están tan de moda.
Los alhelíes tienen en sus semillas principios cardiotónicos.
Una diminuta crucífera: Arabidopsis thaliana, ha pasado a los anales de la ciencia al haber sido el primer vegetal del que se ha estudiado su genoma completo.


Arabidopsis thaliana


¿Y DÓNDE PODEMOS VER Y DISFRUTAR ESTAS PLANTAS EN PEDRAZA?

¡ Muy fácil !

Dentro de la Villa y en paseos de no más de 500 metros desde ella.


A modo de ejemplo:

Sisymbrium: en los Atajos..., en La Florida..., en rincones de algunas callejas (varios años me ha crecido un ejemplar de Sisymbrium shopia delante de la puerta de mi garaje en la calle de las Cuestas)

Capsella: como dicen los franceses ça et la. ¡Ah! ¿sabíais que esta planta también es medicinal? Tiene acciones astringentes y hemostáticas y se ha usado en hemorragias uterinas.

Isatis: en los Atajos..., en La Florida..., en los alrededores de San Miguel (ahora Casa del Águila Imperial)

Alhelíes: cerca del Gurugú

Lunaria: cultivada en algún jardín

Biscutella: en la zona llamada El Royo (ribazo izquierdo según se baja del Pingolete a la Dehesa por la carretera de Navafría). En el camino de subida desde San Miguel hacia Orejana.

Clypeola: muy escasa. La he visto en los ribazos próximos al Pozo de las Hontanillas.

Alliaria: En el Huerto del Cura y sus cercanías, siempre en la sombra.

Brassica; en huertas, cultivada.


Naturalmente estos lugares no son más que orientativos; es muy fácil encontrar estas y otras especies de crucíferas por casi todas partes, ya que muchas de ellas son ruderales nitrófilas, es decir, gustan crecer cerca de caminos y en lugares donde hay actividad animal o humana.


¿QUE HACÉIS QUE NO SALÍS RÁPIDO A BUSCARLAS, ENCONTRARLAS Y DISFRUTARLAS?

ESO SÍ, NO OS OLVIDÉIS DE ACTIVAR VUESTROS CINCO SENTIDOS.
(y también el sentido común).





PD.- He restringido adrede muchos nombres comunes aplicados a estas plantas. Si alguien tiene curiosidad, estoy a su entera disposición.


Antonio Gracia Sanz                                  Pedraza, marzo de 2.015

No hay comentarios:

Publicar un comentario